El último día de la Feria no sólo fue ventoso sino muy ventoso: de unos 10 nudos de media, pasaba a rachas de 25 nudos que levantaban la tierra y el polvo. Acostumbrados a estas condiciones y con ganas de desmitificar que el viento no nos impide a volar en Fuerteventura, estuvimos tentados pero finalmente no volamos por sensatez y en atención al público, para que no se llenara de tierra. ¡Así de desagradable estaba el día!
La jornada estuvo llena de contactos con Concejales, Alcaldes y hasta con el Presidente del Cabildo de Fuerteventura. Creemos que el esfuerzo y los sacrificios para estar presentes en la Feria del Deporte, merecen la pena tanto si de estas conversaciones hay resultados positivos como si no.
Nuestro sincero agradecimiento a todos los que colaboraron para demostrar que en esta isla los Deportes Aéreos a motor están muy presentes y que llegarán al nivel que merecen con las magníficas condiciones de que disfrutamos.
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