4 de julio de 2010

Correo del presidente del C.A.T a la F.E.C.D.A

Estimado Presidente:

Me dirijo a ti, en nombre de todo el colectivo de aeromodelistas que componemos el Club que me honro en Presidir, con el ánimo constructivo de hacerte llegar nuestras respetuosas y leales consideraciones acerca de tu circular sobre la importancia y necesidad de llevar a buen término una Reglamentación de Aeromodelismo satisfactoria para todos los que practicamos este bello deporte.

Quiero manifestarte, en primer lugar, que somos firmes defensores de la organización y regulación de cualquier actividad que, individual o colectivamente, realicemos los seres humanos dentro de la sociedad. Pero, al mismo tiempo, creemos que el exceso de regulación puede acabar por provocar un muy serio daño a la práctica de una afición vocacional como la que nos une.

Desde esa perspectiva, valoramos el esfuerzo de la Comisión Técnica y de Jaime Roura para la elaboración de una Reglamentación basada en el Real Decreto regulador de las actividades aéreas, y, entre ellas, del aeromodelismo.

Sin embargo, no podemos estar de acuerdo, y así queremos manifestarlo, con que ese reglamentismo acabe encorsetando de tal manera la actividad interna de los clubes que nos acabe dejando sin socios y, lo que es más importante, acabe fomentando la aparición de prácticas clandestinas e incontrolados que si harían un verdadero daño a nuestro deporte.

Dices que, por el momento, Fomento sólo se "ha fijado" en nuestros eventos, o sea, en aquellas exhibiciones públicas en las que, por existir público y desarrollarse en zonas urbanas o periurbanas, existe un riesgo para la seguridad de las personas y sus bienes y, por tanto, hay que tomar las adecuadas medidas de seguridad. Nosotros decimos que nos parece bien, porque ya nosotros las tomábamos en estos casos, cuando organizábamos eventos de estas características. Pero hasta ahí.

Creemos, Presidente, que más que poner la venda antes de tener la herida, se impone que tu, tu Junta Directiva y la Federación Nacional de nuestro deporte formen con nosotros, los practicantes de esta modalidad deportiva, un frente común para defender nuestro espacio como deportistas frente a los que buscan, seguramente más con un afán meramente recaudatorio que de seguridad, regulaciones a las actividades internas de nuestros clubes.

Si bien es cierto que, como dices, actualmente no existe limitación para que cualquiera pueda comprar y volar un aeromodelo que, en manos de un inexperto es un riesgo potencial para personas y propiedades, con el consiguiente daño a la imagen de nuestro deporte, no es menos cierto que no por ello es fácil deducir, como también dices, que, a corto plazo, nos impondrán más requisitos para la práctica del aeromodelismo, debido a que no sólo se realiza en un terreno privado, sino que se ocupa espacio aéreo por aeromodelos cada vez más grandes, veloces y por consiguiente más peligrosos.

Tampoco existe, Presidente, limitación alguna para que cualquiera pueda comprar, por ejemplo, un paquete de tabaco, limitándose la administración a obligar al fabricante a advertir del peligro para la salud de su consumo y a impedir fumar en determinados lugares públicos. Nosotros, por analogía, decimos: adviértase de los riesgos del aparato que se venda y prohíbase su utilización en aquellos lugares públicos que se entienda conveniente. Pero, y esto es lo verdaderamente importante, respetándose el derecho, dentro de ese marco, de aquellos que nos hayamos organizado y dotado de instalaciones privadas aptas para el disfrute de nuestro deporte.

Desde esa declaración de intenciones, estimado Presidente, nos parece inaceptable que, sin haber tomado una sola iniciativa formativa desde la constitución de la federación, como, por ejemplo, financiar escuelas de pilotos, cursos de formación, jornadas de reciclaje…se pretenda, exclusivamente, establecer mecanismos de calificación y baremación de las aptitudes de nuestros deportistas.

Quizás esto explique tu decepción al no encontrar el interés que esperabas de los clubes en la aportación de ideas con la intención de elaborar un Reglamento para todos y con el que el mayor número de deportistas federados se sintieran identificados. Muy probablemente suceda que hemos interpretado que más que buscar un avance en el desarrollo de nuestro deporte sólo se pretenda ponerle trabas o recaudar dinero.

Quizás este te explique también por que sólo 4 clubes te han enviado propuestas de nombramiento de técnico federativo, de los 17 existentes. ¿No te parece, Presidente, que más que falta de interés o desidia lo que se esconde detrás de que el 80 % de los clubes no te hayan remitido su propuesta es que no están de acuerdo con que se les cargue el mochuelo de tener que definir las aptitudes de sus compañeros, con el riesgo, la responsabilidad y la posibilidad de pérdida de amistades que ello conlleva? ¿Por qué Presidente, si se decide crear esta figura y que ella sea la responsable de baremar el nivel de nuestros aeromodelistas no se ocupa la federación de buscar, formar y contratar a estos examinadores? ¿Cree alguien que sería de recibo que un aspirante a obtener el carnet de conducir se tuviera que buscar al examinador? Nosotros somos clubes de amigos y no puede extrañarte que, si nos preguntan por las habilidades de nuestros amigos y compañeros, digamos que son los mejores…y nos lo creamos.

Pero, además, nosotros entendemos que a la hora de reglamentar también se deben tener en cuenta las particulares características del archipiélago canario y sus diferencias con el territorio continental español para la práctica de nuestro deporte. En la península es relativamente sencillo encontrar grandes extensiones de terreno, libre de obstáculos, donde poder volar sin ningún problema. En Canarias, con cerca del 50 % del territorio protegido por leyes medioambientales que impiden obras para hacer pistas, con una amplísima red de carreteras y autopistas muy cercanas entre si, con redes eléctricas intrincadas y entrecruzadas con una orografía muy intrincada y con núcleos habitados desparramados por toda nuestra geografía, se hace preciso adaptar esa reglamentación a las peculiaridades de este archipiélago, de tal forma que, sobre todo, tienda a proteger y potenciar las instalaciones de aquellos clubes que, con mucho esfuerzo y sacrificio, han logrado encontrar oasis para la práctica de nuestro deporte en un territorio tan complejo como el descrito

Por todo ello, Presidente, es por lo que te sugiero un cambio de planteamiento en la sistemática para la elaboración del Reglamento, que sea realista, que contemple los aspectos que te acabo de indicar y, especialmente, el respeto a la organización interna y a la práctica de la actividad deportiva dentro de los límites de sus instalaciones a los clubes que dispongan de ellas.

Sabemos que las Junta Directivas somos responsables de los actos de nuestros clubes dada su condición de entidades con personalidad jurídica propia. Pero, precisamente por ello, reclamamos nuestro derecho a organizarnos dentro de nuestros linderos.

Esto, Presidente, es lo que queremos que se defienda ante Fomento, en lugar de advertirnos de que este Ministerio es el padre de todos los males y que por su culpa, y no por capricho del Presidente o de la Comisión técnica, tenemos que elaborar el reglamento que se pretende.

Para terminar, quiero expresarte, Presidente, que no nos ha gustado y rechazamos el tono apocalíptico y amenazador de la última parte de tu circular. Decir que “… Si aún así, algunos clubes persisten en aislarse y no participar conjuntamente con la Federación Canaria en este importantísimo y vital proceso de Reglamentación de nuestro deporte, tendrán que atenerse a las posteriores consecuencias que se deriven. El incumplimiento del Reglamento podrá acarrear la suspensión de homologación de las pistas de vuelo, además de la comunicación de este extremo a las autoridades locales, autonómicas y nacionales de ocupación de espacio aéreo indebido, con las responsabilidades que pudiesen derivarse. Así mismo quedarán en suspenso los seguros federativos que se hayan expedido, además de la comunicación a otras compañías de seguro de ámbito nacional de incumplimientos de mínimos para ser asegurados, del/los clubes implicados”; nos parece un tono poco constructivo e impropio de un ente integrador como la Federación.

La Federación debe velar, a nuestro juicio, porque haya muchos practicantes de nuestro deporte, porque las licencias y los seguros sean lo más baratos posibles, por formar a nuestros deportistas, por instruirles para que la práctica de nuestro deportes sea segura, por impulsar que se asocien en torno a clubes, por propiciar que estos tengan las mejores y más seguras instalaciones… Y, en ese marco, no vemos a la Federación como policía al servicio de Fomento, como clausurador de instalaciones, como chivato de supuestas invasiones de dominio público, o como instigador del alza del precio de los seguros.

Quiero que entiendas esta carta, Presidente, como una llamada constructiva a la reflexión, al diálogo y como una contribución a que nuestro deporte avance. En ese contexto tienes y tendrás siempre nuestra mano tendida y nuestra disposición para la colaboración.

Cordialmente
José Saigí Domínguez
Presidente del Club de Aeromodelismo de Tenerife

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